"The decision to relax rather than to grip even in the face of impatience or fear is a conscious and brave choice" B.K.S. Iyengar

domingo, 30 de octubre de 2011

Pranayama y Pratyahara en Asana



Pranayama en Asana

En “El Árbol del Yoga” y en sus otros libros también. Iyengar no dice mucho acerca del Pranayama en Asana. Enfatiza que al hacer una postura podemos extender el cuerpo completamente sólo si sincronizamos las respiración con el movimiento. Considera que retener la respiración en Asana es malo porque rigidiza al cuerpo. Aquellos que no tienen demasiada práctica se les aconseja entrar a las posturas con una exhalación.
En general, se puede agregar que una postira puede sentirse únicamente si se ejecuta con una respiración relajada. Prestar atención a la tensión, relajación y expansión conectadas con la respiración, juega un papel esencial en la profundización de las Asanas hacia la meditación. Más aún, el llamado prana-postural es un fenómeno que se supone ocurre solo en la conexión con el flujo sensible de la respiración a través del cuerpo entero.

Pratyahara en Asana

Pratyahara se traduce mayormente como “retiro de los sentidos del mundo”, la cual es una frase engañosa. No significa una eliminación, ensordecimiento u otro tipo de reducción de los sentidos. Es más bien, suavizarlos. Es la calma la que se manifiesta a si misma, no por restringir los sentidos sino por remover las restricciones, en el sentido del aforismo de William Blake: “Si las puertas de la percepción fuesen limpiadas, todo aparecería ante el hombre tal como es, infinito”.
La limpieza de las puertas de la percepción se llama Pratyahara e implica un cambio de actitud hacia lo que se da a través de los sentidos. No son nuestros sentidos los que necesitan ser refrenados sino nosotros mismos, ya que bloqueamos los sentidos con nuestra armadura posesiva centrada en sí misma. Cuanto más nos liberemos de esta armadura, más serán libres nuestros sentidos no solo de ir hacia el mundo exterior, sino hacia el interior en dirección a la fuente, que se esconde en la oscuridad y en el silencio.
En este sentido Iyengar describe Pratyahara como la liberación del ciclo insatisfecho de la búsqueda compulsiva de los placeres, que se conecta siempre con el miedo a evitar situaciones incómodas.
“El desapego de los asuntos del mundo, y el apego al alma es Pratyahara.”
En el ejercicio del Asana, Pratyahara sucede cuando los músculos y las articulaciones están en sus posiciones correctas: “[...], cuando los músculos y las articulaciones descansan en sus posiciones, el cuerpo, los sentidos y la mente pierden sus identidades y la conciencia brilla en su pureza. Este es el significado de pratyahara.”
Aspectos más avanzados de Pratyahara en Asana son una condición receptiva y calma de la cabeza durante la postura; la integración de los ojos en la sensación de todo el cuerpo; y la conciencia de la parte posterior del cuerpo. Si éstas características están presentes, a pesar del esfuerzo de sostener la postura, se logra una actitud calma, atenta y abierta, la que Iyengar llama humildad. 




Extraído de:  Karl Baier-  “Iyengar and the Yoga Tradition” was first published in: BKS Iyengar Yoga Teachers’ Association News Magazine, Glossop, Derbyshire, Winter 1995,
pp. 12-32. Traducido por Juan Manuel Figueroa.



Yamas y Niyamas en Asana


Yamas en Asana

Iyengar muestra como los Yamas forman parte en la prácticas de Asana en sí misma, como se hace presente cuando se trabaja en la postura. Más profundamente y con mayor detalle, desarrolla la conexión de Yama con el principio básico de Asana: la correcta extensión del cuerpo entero.
Esta extensión significa Ahimsa, porque evita la formas violentas de exceso o falta de extensión. El exceso conduce a tensión que lastima mientras que la falta nos lleva a la flojedad que es igualmente destructiva porque las funciones no utilizadas se desgastan y finalmente mueren.
Sathya, la verdad en el el ejercicio del cuerpo, según Iyengar, se logra en tanto que el simple estiramiento del cuerpo (que mueve al cuerpo), revela la realidad de nuestro ser incorporado.
Los puntos débiles no se evitan, sino que se integran al ejercicio, los puntos adormecidos se despiertan y la apertura de nuestra existencia corporal se incrementa.
La práctica de este tipo, nos conduce a Brahmacharya, contención en el sentido del desarrollo de la energía interna. La mente cesa de divagar, y de ser conducida por deseos y gustos. La energía no se gasta, sino que circula internamente sin pérdidas.
La apertura del estiramiento completo también libera de la codicia y de la actitud de apego y de aferrarse a las cosas. De esta forma Asteya y Aparigraha (no robar y libre de la codicia), se agregan a la práctica de alguna forma.

Niyamas en Asana

La práctica de Asana significa purificación (Sauca) de nuestro ser incorporado: Nuestra capacidad de movilidad se recupera, en tanto la postura se yergue y se libera el movimiento. Esto conlleva a la satisfacción y sentimiento de comodidad con uno mismo (Samtosa).

Los principios siguientes de Niyama son más exigentes y presuponen mayor experiencia y compresión.
Tapas (disciplina): un deseo ardiente de dar el máximo al realizar una postura, lleva al aspirante más allá de las limitaciones autoimpuestas, que son frecuentemente determinadas por la inercia. En el fuego de Tapas el anhelo por lo divino ya esta comandando.
Svadhyaya (autoconocimiento): A través de la devoción por la práctica, el aspirante aprende a reconocer las diferentes dimensiones de su propio ser. La forma en que realizamos las posturas reflejan nuestro modo de vivir en el mundo, incluyendo nuestra actitud hacia la fuente divina del universo.
Ésto conduce a Isvarapranidhana, que sólamente unos pocos son capaces de percibir en Asana. Al dominarlo, es posible transformar a la postura en un acto de entrega a Dios. Esto no quiere decir que mientras se sostienen las posturas haya que repetir plegarias en voz alta o baja. Más bien, el Asana en si misma se transforma en una plegaria, tomada como regalo de Dios. En agradecimiento el dador y su regalo como tal, están presentes para el receptor. En el caso de Asanas la gratitud se aprecia mediante el involucrarse por completo en la postura, con la máxima atención y precisión. “Hacer Asana es una gracia de Dios. Tómala o Él se irá”.

Extraído de:  Karl Baier-  “Iyengar and the Yoga Tradition” was first published in: BKS Iyengar Yoga Teachers’ Association News Magazine, Glossop, Derbyshire, Winter 1995,
pp. 12-32. Traducido por Juan Manuel Figueroa.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Sobre el Yoga


La palabra yoga deriva de la raíz sánscrita yuj, que significa unirse o unión. El objetivo de todos los yogas es vincular al hombre, lo finito con el infinito, con la Conciencia Cósmica, con la Verdad, con Dios, con la Luz, o como quiera llamarse a la última realidad. El yoga, como dicen en la India es un matrimonio del espíritu con la materia.

El yoga tuvo su origen en la India, hace miles de años. Según el profesor Max Müller, tiene unos seis mil años de edad, pero otras fuentes dan a entender que es aún mucho más antiguo. Suele llamarse “Padre del yoga” a Patanjali, que vivió hacia el año 200 a. de C., porque fue el primero que redactó por escrito lo que hasta entonces había sido comunicado verbalmente por los maestros o gurús a sus discipulos o chelas.
El yoga tiene numerosas ramas o divisiones, pero el objetivo de todas ellas es el mismo, conseguir la unión con la Conciencia Suprema. Así por ejemplo, en el Karma Yoga esto se logra en virtud del trabajo y de la acción; en el Jnana (o Gnani) Yoga a través del conocimiento y del estudio, en el Bhakti Yoga por la devoción y el amor desinteresado, en el Mantra Yoga por medio de la repetición de ciertas invocaciones y sonidos espirituales. El Raja Yoga (Yoga Real) es el Yoga de la conciencia, es decir, la más alta forma del yoga. Su práctica generalmente empieza con el Hatha Yoga, que proporciona al cuerpo la salud y fuerza que necesita para resistir la dureza de otras etapas de enseñanza más avanzada.
El Hatha Yoga es el yoga del bienestar físico. Consta de diversas etapas y va precedido del Yama-Niyama, las 10 reglas del Código Yoga de moralidad. La primera etapa se llama asana o postura, la segunda es el Pranayama o control de la respiración, la tercera es el Pratyahara o control de los nervios, la cuarta es el Dharana o control de la mente, la quinta es el Dhyiana o meditación, y la última es el Samadhi, que es el estado de bienaventuranza última y de iluminación espiritual. En rigor, las cuatro últimas etapas del Hatha Yoga entran ya en el reino del Raja Yoga.

Yoga Iyengar

Este Yoga debe su nombre al Maestro Yogacharya Sri B.K.S. Iyengar, nacido en 1918 y que enseña actualmente en su Instituto de Pune (India).
Su método de práctica pone el acento en la implicación de la mente y la inteligencia en la realización tanto de asanas como de pranayama o pratyahara. Se trata de aprender y cultivar la actitud de implicación total de la mente y la inteligencia en las posturas y los ejercicios respiratorios.
Esta actitud se desarrolla mediante la observación simultánea y constante de todos los movimientos y detalles técnicos que componen una postura o un ejercicio respiratorio, pero manteniendo al mismo tiempo la pasividad completa del cerebro y de sus órganos de expresión (fundamentalmente ojos y oídos), y el control de la respiración.
La intensidad de esta penetración mental en cada asana y pranayama es la característica principal del Yoga IYENGAR y la garantía de que se trata de un camino de transformación interior.

LA CONTRIBUCIÓN DE B. K. S. IYENGAR AL YOGA

Iyengar ha escrito exhaustivamente sobre todos los principales aspectos del Yoga, ha sistematizado más de doscientas técnicas de asana y pranayama, descubriendo los principios anatómicos en los que se basa.
Hay quien define el Iyengar como el Yoga de la perfección ya que busca la perfección total de las posturas o asanas para obtener el equilibrio total.
Se le considera un experto en la yogaterapia, es decir el tratamiento de distintas patologías con la técnica del yoga.

B.K.S. Iyengar ha logrado además una nueva perspectiva en la práctica de asana (postura) y dhyana (meditación). El concepto de meditación en la acción es una de las claves de su trabajo. La meditación es estar totalmente consciente y absorto en la postura que se realiza. Esta consciencia obtenida mediante la meditación en la acción se proyecta en la vida cotidiana.
” EL yoga es una forma sistemática de enseñar al hombre a ir con meticulosidad y eficacia en pos de la divinidad que se halla en su interior. Desentraña al hombre desde el cuerpo externo hasta el si-mismo interior. Avanza pasando del cuerpo a los nervios, y de los nervios a los sentidos. Desde los sentidos se adentra en la mente controladora de las emociones. Desde la mente penetra en el intelecto que guía la razón. Desde el intelecto, su senda conduce a la voluntad, y de ahí a la conciencia al Si -mismo, su ser autentico (Atman )
Así, el yoga conduce al sadhaka (practicante ) desde la ignorancia al conocimiento, desde la oscuridad a la luz, y desde la muerte a la inmortalidad. ” B.K.S.IYENGAR
Esta rama del Yoga se caracteriza por la precisión en la adopción de las posturas. Los ajustes sutiles y meticulosos que se realizan en la alineación corporal permiten conseguir el equilibrio con menos esfuerzo muscular y más estabilidad.
La precisión técnica del Iyengar Yoga implica en la ejecución:
. Un correcto posicionamiento del cuerpo, con intensidad de acción (garantía de salud).
. Una actitud de observación permanente de dicha acción, con intensidad de percepción (implicación mental aguda).
. Relajación de los nervios, aun en la acción y percepción intensas (calma e introversión de los órganos de los sentidos).

EL IYENGAR TERAPÉUTICO

La rama Iyengar también considera el Yoga como un recurso terapéutico e integra en su práctica los diferentes aspectos de la existencia (física, emocional, mental y espiritual). Existen series de posturas beneficiosas para diferentes trastornos o enfermedades como dolor de espalda, insomnio, hipertensión arterial, ansiedad, hipertiroidismo, etc.
“El sisya (discípulo) debe poseer, por encima de todo, tesoro, moderación y humildad. El amor engendra valor, la moderación crea abundancia y la humildad genera poder. Valor sin amor es brutalidad. Abundancia sin moderación conduce a la excesiva autoindulgencia y a la degeneración. El poder sin humildad da origen a la arrogancia y la tiranía. El auténtico sisya aprende de su gurú (maestro) un poder que ya no le abandonará nunca más, pues está regresando al Uno Original, a la Fuente de su Ser” (Yoga cien por cien, Editorial Miguel Ariman
Por fin Iyengar considera el Yoga un arte, ha perfeccionado y enseñado su presentación artística. Buscando la estética de las posturas, su belleza, armonía y gracilidad, ha logrado escribir poemas físicos del alma, así ha inspirado a incontables personas a la práctica del Yoga.
El yoga no es una religión por lo que el practicante de yoga puede tener cualquier religión o carecer de ella.
Los yoguis consideran el cuerpo humano como un templo de la luz, por lo tanto, debe perfeccionarse lo más posible.
Las posturas de yoga y los ejercicios de respiración y relajación pueden ser practicados por cualquiera que quiera mejorar su estado físico o mental. No se necesita penetrar en las etapas más avanzadas de ésta disciplina.Las asanas del yoga constituyen un arte que se aplica a la anatomía del cuerpo viviente. El objetivo de las posturas de yoga no es simplemente el desarrollo superficial de los músculos. Estas posturas tienden a normalizar las funciones del organismo entero, regulando los procesos involuntarios de la respiración, circulación, digestión, eliminación, metabolismo, etc., y afectando al funcionamiento de todas las glándulas y órganos, así como el sistema nervioso y a la mente. Esto se consigue gracias a la respiración profunda y practicada mientras el cuerpo adopta diversas posturas. Cada uno de éstos ejercicios produce un efecto total diferente en las relaciones funcionales dentro del organismo. De aquí que el yoga pueda influir en los valores físicos, mentales, morales y espirituales del hombre. El yoga dá una importancia singular a la filosofía del ejercicio. Todas las potencialidades individuales son elevadas y el hombre consigue equilibrio y energías con la práctica de las asanas, algunas de las cuales están ideadas imitando los movimientos de distintos animales. En el yoga la relajación se considera cono un arte, la respiración como una ciencia y el control mental del cuepo como un medio para armonizar el cuerpo, la mente y el espíritu.

jueves, 6 de octubre de 2011

LOS CINCO KOSHAS. LAS CINCO ENVOLTURAS.


La Vedanta  y el  Yoga  clasifican sus componentes en cinco  koshas  o envolturas:  1. Annamaya kosha
(envoltura hecha de comida). 2. Pranamaya kosha (envoltura hecha de Prana o energía vital). 3. Manomaya
kosha  (envoltura mental). 4. Vigñanamaya kosha  (envoltura psíquica o de conocimiento). S. Anandamaya
kosha (envoltura de felicidad o bienaventuranza).

ANNAMAYA KOSHA. Cuerpo físico.
Es la envoltura física compuesta de carne, huesos, sangre, etc., y conforma la manifestación más densa del ser humano. Se alimenta del  Prana  (energía) más burdo en la forma de comida, agua, aire, aunque depende fundamentalmente de los Pranas más sutiles, pertenecientes a otras envolturas. Es la única kosha donde se encuentran todas las demás y sin ella no sería posible la manifestación del hombre en el plano terrestre. Algunas de sus características son: el hambre, la sed, el desgaste y la muerte. El ser humano es consciente de esta envoltura cuando se encuentra en el estado de vigilia. Según el Tantra y el Yoga, toda la materia esta compuesta de cinco Tattwas o elementos, llamados: akasha (éter), vayu (aire), agni (fuego), apas  (agua) y  prithivi (tierra). Los  tattwas  impregnan todo el universo y nuestro cuerpo-mente. Son emanaciones de luz y sonido creadas por las diferentes frecuencias de vibración de la energía y sus propiedades están inherentes en las células y átomos del cuerpo físico. El proceso por el cual la materia es creada se llama  Panchikara  y consiste en la combinación y permutación de dichos elementos. Es un proceso de quintuplicación a través del cual los elementos sutiles se convierten en materia densa. Se dice que en el cuerpo físico los tattwas están en la proporción siguiente: cinco, cuatro, tres, dos y uno. Prithivi (Tierra)-5. Apas  (Agua)-4. Agni  (Fuego)-3. Vayu (Aire)-2 . Akasha  (Éter)-1

PRANAMAYA KOSHA. Cuerpo energético o pránico.
Antes de examinar esta envoltura, recordaremos algo sobre el concepto del Prana. Una posible definición sería decir que es la sustancia primordial de todo lo existente y que adopta distintas formas según su calidad y frecuencia vibratorio. El Prana  es la energía vital que impregna todo el universo, una fuerza en constante movimiento que tiene dos aspectos: el cósmico y el individual. El aspecto cósmico es muy sutil, percibiéndose únicamente en ciertos estados de conciencia. Pero el Prana en el individuo se manifiesta de una forma más burda y tangible. El Prana está inmerso en la materia, pero no es la materia; está en el aire pero no es un elemento químico. Toda la materia esta impregnada de energía, formando una doble estructura donde la energía sustenta dicha materia. El ser humano capta el  Prana  de diferentes maneras, siendo la más importante el proceso respiratorio. Mediante la inspiración se absorbe la energía que luego es almacenada y distribuida. El  Prana  es intercambiable dentro del hombre y adopta cualidades diferentes según la envoltura que alimenta y las funciones que realiza. Desde el punto de vista del yoga práctico es muy importante la interrelación Prana-Mente, de forma que la modificación de uno produce una fluctuación en el otro. En este principio están basados sistemas como  el Hatha Yoga  y el  Raja Yoga. En el Hatha Yoga se  gobierna la mente controlando el Prana y en el Raja Yoga el proceso es a la inversa. En la practica yóguica se actúa conscientemente sobre el  Prana  y se experimenta en algunos de sus aspectos, siendo uno de ellos su visualización en forma de corrientes luminosas que recorren el cuerpo. La cámara Kirlian ha fotografiado
algunas emanaciones luminosas de los campos energéticos del hombre y los científicos han bautizado a la
energía pránica con el nombre de bio-plasma.
Pranamaya kosha es la envoltura energética o estructura pránica del hombre. Constituye su ser vital y es una réplica energética del cuerpo físico, al cual da vida y sostiene. Esta envoltura consiste en un sistema de corrientes pránicas (Nadis) perfectamente organizadas. Con cierto entrenamiento, dichas corrientes pueden ser dirigidas por la mente, actuando el Prana como vehículo de la conciencia. El Prana que sustenta este kosha existe como luz-energía, que puede ser absorbida y utilizada por las otras envolturas.
Pranamaya kosha  se experimenta a veces, durante las prácticas de meditación y relajación, como una sensación de contracción y expansión o como un desplazamiento involuntario del cuerpo. Puede tenerse la sensación de elevarse sobre el suelo, aunque el cuerpo físico, por supuesto, sigue inmóvil. Este fenómeno es debido a que su estructura no es afectada por la gravedad y a que su tamaño puede aumentar y disminuir según las circunstancias. Tanto  annamaya como Pranamaya kosha  se disuelven después de la muerte, aunque Pranamaya subsiste, organizado, durante algunos días, para luego reintegrarse a su fuente cósmica.
El Prana  que constituye el cuerpo energético es una especialización de la energía cósmica universal, o maha Prana.  Lo mismo que la energía eléctrica entra en nuestro hogar,  adoptando diferentes cualidades como luz, calefacción, aspirador, radio, etc. Así el Prana también realiza diferentes funciones en el cuerpo físico, conocidas como Pranavayus (aires vitales). Las modificaciones o funciones que asume el Prana en el cuerpo son diez, de las cuales cinco son muy importantes. Se conocen como los cinco  vayus o pancha Pranas: Prana, apana, samana, udana y vyana.

MANOMAYA KOSHA: Cuerpo mental.
Se le conoce como el cuerpo mental y su naturaleza es más sutil que la de  Pranamaya kosha.  Está constituido por los cinco órganos de la percepción [Oído, tacto, vista, gusto y olfato)  (gñanendriyas),  los cinco órganos de la acción [Facultades del habla, aprehensión, movimiento, generación y excreción) (karmendriyas)  y el pensamiento (manas).  Es  también el asiento de las emociones y los sentimientos. Manomaya registra los fenómenos externos e internos y realiza la función del pensamiento. Trabaja con los datos que le suministran los órganos de los sentidos (gñanendriyas) y con la información almacenada en la memoria  (china). Es el intermediario entre los koshas  superiores y los inferiores. Se encarga de transmitir las experiencias y percepciones del mundo exterior al cuerpo psíquico (vigñanamaya kosha) y de comunicar las influencias de los  koshas  superiores a los inferiores. Sus órdenes ponen en marcha las energías del cuerpo energético (Pranamaya kosha) y estas se manifiestan en las acciones del cuerpo físico (annamaya kosha).
El cuerpo mental se alimenta de las experiencias del individuo. Crece y se desarrolla cuando no se actúa por imitación o repetición de patrones culturales adquiridos, sino enfrentando las situaciones de la vida desde la propia espontaneidad y el criterio personal genuino.

VIGNANAMAYA KOSHA. Cuerpo psíquico o intuitivo.
También se le denomina envoltura psíquica o cuerpo intuitivo. Es la primera densificación de  Jivatman (el Ser o manifestación de Brahman en el hombre) y se dice que por su proximidad al Ser Atman), posee el reflejo de su luz, el reflejo del conocimiento puro. Vigñanamaya kosha es la envoltura de Conocimiento o Conciencia y esta constituido por buddhi, el principio discriminador, la inteligencia que evalúa, determina y decide. Es también la sede del ego  (ahamkara),  el principio de individualidad que nos hace sentirnos separados y diferentes de los demás. Vigñanamaya kosha está en contacto con el mundo exterior a través de los tanmatras (principios de los cinco sentidos, contra-parte sutil de los tattwas).
Mientras en los Koshas anteriores se vive identificado con el cuerpo físico, los impulsos, las emociones y los pensamientos, en vigñanamaya se experimenta la auto-conciencia o conciencia del Yo (yo soy consciente de que soy consciente). En esta envoltura residen las facultades superiores de la mente. Cuando se despierta su potencial, mediante la práctica de la meditación, se manifiestan la intuición o conocimiento directo, la sabiduría, las percepciones extra-sensoriales, las experiencias fuera del cuerpo, etc.
Vigñanamaya kosha y manomaya kosha  constituyen lo que generalmente entendemos como psiquismo y mente. Son dos aspectos de la misma cosa, y junto con Pranamaya kosha  conforman el cuerpo sutil (Al conjunto de manomaya y vigñanamaya koshas se le denomina también cuerpo astral). El hombre reside en el cuerpo sutil cuando entra en el estado de  swapna  (nivel subconsciente), es decir, cuando duerme y experimenta los sueños. Durante swapna se desvanece la percepción del cuerpo físico y del mundo exterior y la conciencia se establece en el mundo de los contenidos mentales (pensamientos, imágenes, emociones, memorias, etc).

ANANDAMAYA KOSHA. Cuerpo causal.
Anandamaya kosha  es el cuerpo causal, la envoltura de bienaventuranza o felicidad que da origen a los demás  koshas. En anandamaya  se transciende el conocimiento intuitivo y se expenmenta la dimensión trascendental del ser humano donde no existen ni el tiempo, ni el espacio ni la individualidad. Se habita en esta envoltura durante el sueño profundo (sushuptz), cuando no hay conciencia del cuerpo (cuerpo denso) ni de la mente (cuerpo sutil). Anandamaya kosha está constituido por la sustancia más pura de Prakriti  materia primordial) y en su centro reside el Ser o  Atman.  No obstante, el  Atman  no es ninguno de los  tres cuerpos ni de los cinco koshas. Es  el testigo no-afectado que permanece durante los tres estados: JAGRAT,  vigilia; SWAPNA, sueño y SUSHUPTI, sueño profundo. Aparentemente se identifica con cada uno de los tres estados (y con cada uno de los koshas), como un actor que representa variados papeles pero que sigue siendo diferente de cada uno de los roles que parece asumir. Atman transciende los cinco  koshas  pero está presente en cada uno de ellos, en los momentos que se identifica con sus elementos correspondientes: cuerpo, emociones, pensamientos, etc.

La naturaleza del Atman es SATCHITANANDA; existencia, conocimiento y bienaventuranza.

• SAT-EXISTENCIA: el Ser permanece inmutable sin sufrir ninguna modificación durante los tres estados (jagrat, swapna y sushupti) ni por el paso del tiempo (pasado, presente y futuro). El Atman está más allá de las limitaciones del cuerpo-mente y por tanto del espacio y del tiempo que son creación de la mente.
• CHIT-CONOCIMIENTO: el Ser es Conciencia Pura y permanece como  un testigo durante todos los estados de la experiencia.
• ANANDA-BIENAVENTURANZA: el Ser permanece en estado constante de bienaventuranza.
Anandamaya kosha se experimenta durante el estado de sueño profundo y por la práctica del yoga, cuando se alcanza el estado de meditación profunda. Esta envoltura acompaña al hombre hasta la liberación final, momento en el que el Atman retorna a su fuente cósmica (Paramatman o Ser Universal).
Los cinco koshas forman una unidad indivisible, influyéndose mutuamente e interactuando como un todo.
Comprendiendo este Mapa Multidimensional del Ser, nuestra visión,percepción y creencias se modifican