"The decision to relax rather than to grip even in the face of impatience or fear is a conscious and brave choice" B.K.S. Iyengar

martes, 29 de junio de 2010

Clases en Fy















Yoga Postural con Elementos
Horarios a partir de Enero 2015


Nivel (I-Principiantes)  -  Martes y Viernes 15:00 hs
                                           Martes y Jueves 18:30 hs

                                         Viernes 19.30 hs
                                            Sábados 11:30 hs
                                        
Nivel II - Martes y Jueves 20:00 hs
- Sábados 10:00 hs

Terapéutico: Viernes 18:00 hs

Duración de las clases: Nivel I (1 hora y 15 minutos) - Nivel II (1 hora y 25 minutos)
Nivel I: Enfocado a aquellos alumnos que recién comienzan con la práctica, o que buscan una opción más terapéutica de la misma. Las clases se diseñan con foco en la corrección postural y trabajo localizado mediante la realización de pre-asanas (posturas de yoga desarmadas en sus componentes básicos para llevarlas a sus formas más simples).


Es recomendado para aquellos alumnos que sufren de alguna patología en columna.





Nivel II: Destinado a aquellos que ya tienen algo de experiencia en la práctica, o bien ya tienen trabajo corporal previo y se encuentran en condiciones de seguir avanzando. Este nivel propone la realización de las clásicas posturas del Hatha Yoga, pero con un foco especial en el armado de las mismas, y la alineación.





En ambos niveles, se propone una meditación activa, usando al cuerpo como vehículo para lograr un estado de armonía cuerpo-mente-espíritu, haciendo uso de la respiración como nexo. También se propone el uso de elementos como bolsters, tacos, cintos, arneses, etc. para lograr la ejecución de las asanas en forma segura y accesible a todos.





Las embarazadas pueden practicar a partir del cuarto mes y con autorización del médico


(reservá tu vacante!!!!!!!)


Zona Nuñez
Comodoro Rivadavia 1692 (Altura Libertador 8000)
Comunicarse al 4704-6337 o mail a: fy.bienestar@gmail.com

sábado, 26 de junio de 2010

La Percepción del Cuerpo Interior


Aunque la identificación con el cuerpo es una de las formas más básicas del ego, la buena noticia es que también es la más fácil de trascender. Esto no se logra haciendo un esfuerzo por convencernos de que no somos cuerpo, sino dejando de prestar atención a la forma corporal externa y a las formas mentales del cuerpo (bello, feo, fuerte, débil, demasiado gordo, demasiado delgado) para centrar la atención en la sensación de vida que lo anima. Independientemente de la apariencia externa del cuerpo, más allá de la forma exterior hay un campo de energía intensamente vivo.
Si usted desconoce la conciencia del cuerpo interior, cierre los ojos por unos momentos y trate de discernir si sus manos tienen vida. No le pregunte a la mente porque ésta le responderá diciendo, "No siento absolutamente nada". Quizás también responda, "Necesito cosas más interesantes en las cuales pensar". Entonces, en lugar de preguntarle a su mente, vaya directamente a las manos. Con esto quiero decir que tome conciencia de la sensación sutil de vida que ellas encierran. Está ahí. Lo único que debe hacer es fijar su atención para notarla. Al principio podrá sentir un leve cosqui­lleo y después una sensación de energía o de vida. Si mantiene su atención en las manos durante un rato, esa sensación de vida se intensificará. Algunas personas ni siquiera necesitan cerrar los ojos puesto que logran sentir sus "manos interiores" mientras leen estas frases. Después lleve su atención a los pies y fije en ellos su atención durante uno o dos minutos. Comience a sentir las manos y los pies al mismo tiempo. Después incorpore otras partes del cuerpo (piernas, brazos, abdomen, tórax, etcétera) hasta tener conciencia de su cuerpo interior como una sensación global de vida.
Lo que denomino el "cuerpo interior" no es realmente cuerpo sino energía vital, el puente entre la forma y lo informe. Desarro­lle el hábito de sentir el cuerpo interior con la mayor frecuencia posible. Al cabo de un tiempo ya no tendrá que cerrar los ojos para sentirlo. Por ejemplo, trate de sentir el cuerpo interior cuando esté en compañía de alguien. Es casi como una paradoja: al estar en contacto con el cuerpo interior deja uno de identificarse con el cuerpo y con la mente. Quiere decir que ya no nos iden­tificamos con la forma sino que nos apartamos de esa identifica­ción hacia lo informe, al cual podemos también denominar el Ser. Es nuestra identidad esencial. Tomando conciencia del cuerpo no solamente nos anclamos en el momento presente sino que abri­mos una puerta para escapar de la cárcel del ego. También forta­lecemos nuestro sistema inmunitario y la capacidad del cuerpo de sanarse a sí mismo.
Extraído del Libro: "Una Nueva Tierra" de Eckhart Tolle

jueves, 24 de junio de 2010

Moléculas de Emoción



La mente es cuerpo físico, y el cuerpo es mente.

En su libro "Moléculas de Emoción", la doctora Candace Pert concluye que "la mente no domina al cuerpo, sino que se convierte en cuerpo. Cuerpo y mente son una sola cosa.

"PSICONEUROINMUNOLOGÍA" ENTREVISTA A LA DOCTORA CANDACE PERT


La doctora Candace Pert es una científica de prestigio internacional. Dentro de comunidad científica, se la conoce fundamentalmente por su descubrimiento del receptor opiáceo en 1973, punto de partida a una sucesión de hallazgos de otros receptores y sus neurotransmisores, con el consiguiente impacto en el conocimiento de las bases químicas del funcionamiento del cerebro, los neurotransmisores y las endorfinas. Sus estudios han resultado esenciales para el desarrollo de un nuevo campo de la medicina denominado psiconeuroinmunología.


¿A qué se refiere exactamente cuando afirma que su trabajo y el de otros científicos supone un gran cambio de paradigma en la medicina y la fisiología?


La idea principal es que lo que pensamos tiene una enorme influencia sobre nuestra salud. La mente, las ideas y las emociones afectan a nuestras moléculas, a nuestra salud física, mucho más de lo que se creía. Durante mucho tiempo, el concepto de la medicina psicosomática no se tomó muy en serio, e incluso se ridiculizó. Sin embargo, creo que los estudios científicos, algunos de ellos con mi participación, han demostrado que las emociones son en realidad las moléculas que rigen toda la fisiología. Una forma de ver el cambio de paradigma es a través de la unión de la física cuantica y la biología. Cuando las unimos, nos damos cuenta de que los cuerpos y los órganos no son independientes. Existe una conexión entre los seres humanos en la que se basan la medicina holística y la espiritualidad. Se trata de estudiar científicamente la conexión que nos une. Actualmente no podemos enunciar una ecuación que la defina, pero es evidente que lo que pensamos afecta a lo que sucede, y que lo que hace una persona en un lugar incide sobre otras personas en otros lugares. Las emociones no son sólo unas moléculas físicas del organismo, sino una vibración, una energía que influye sobre el mundo. De hecho, creo que las emociones son un puente no sólo entre la mente y el cuerpo, sino también entre el mundo físico y el espiritual.


¿Podría explicar esa visión a partir de un ejemplo como la música?


La música consiste en unas pautas ordenadas de vibraciones de diferentes frecuencias, que nuestro cuerpo percibe. Nuestro sentido del oído no se limita a las orejas; cada una de nuestras células posee canales iónicos y receptores que sufren cambios en respuesta a las vibraciones, y en función de estos cambios, las células y todo el organismo y sus funciones cambian, para bien o para mal. Por tanto, la música 'es una forma de comunicamos entre nosotros, al igual que las emociones, ya que como ellas posee una cualidad emocional. Todos los sonidos que oímos afectan a nuestro organismo. La música es un ejemplo de sonido agradable, pero también estamos expuestos a mucha contaminación electrónica, que ataca los nervios de todo el mundo. Existe un ruido electrónico que no percibimos con los oídos, pero que afecta a nuestras células y a los receptores del organismo.


LAS MOLÉCULAS DE LA EMOCIÓN


Las moléculas de emoción, ¿afectan a todas nuestras células o sólo a una parte? Y, si es así, ¿a qué porcentaje?


Todas las moléculas poseen un aspecto vibracional y otro de partícula o fisiológico. Evidentemente actúan en los dos planos. En el plano fisiológico, las moléculas de las emociones se desplazan por el cuerpo y encajan en los receptores de las células tal y como una llave encajaría en su cerradura. Cuando esto ocurre, producen un cambio en la célula. Lo magnífico y sorprendente es que estas moléculas de las emociones afectan a todas las células del cuerpo. Antiguamente, a los científicos no les gustaba hablar de las emociones. Las consideraban algo superflúo y sin demasiada importancia, que había que reprimir. Luego surgió la idea de que todo estaba en el cerebro. Aún hay muchos neurólogos que hablan de las amígdalas, el hipotálamo y el sistema límbico como la única base de las emociones. Sin embargo, posteriormente empezamos a encontrar esas moléculas, como las endorfinas y sus receptores correspondientes, por todas partes: en las células inmunes, que se desplazan por todo el organismo, en las células adiposas, a lo largo de la médula espinal, etcétera. Se ha constatado que esas moléculas y "las válvulas del corazón, los esfínteres del aparato digestivo, la propia digestión, todo está regido por las moléculas de la emoción, que tienen una acción física". Células con receptores para las mismas se encuentran efectivamente en las partes del cerebro relacionadas con las emociones, pero también en la totalidad de las células del organismo . Así pues, existe una especie de sistema de comunicación a través del cual todo el cuerpo responde a una emoción concreta. Mientras que antes creíamos que las emociones sólo nos afectaban psicológicamente, ahora resulta que nos afectan físicamente.Esta visión sistémica de la unidad entre cuerpo y mente, de la interconexión entre el organismo, la psicología y las emociones, ¿qué implicaciones tiene respecto a las enfermedades?Puesto que todo está relacionado, puede que las enfermedades no sean únicamente físicas ...Efectivamente, las enfermedades tienen siempre un aspecto psicológico, no son únicamente físicas. Es imposible separar lo físico de lo mental. Contamos con muchos estudios científicos y experimentos psicológicos serios que demuestran que nuestras ideas, creencias y expectativas influyen sobre nuestra salud y fisiología. Por ejemplo, y aunque parezca sorprendente, las personas perciben lo que esperan percibir. Desde el punto de vista anatómico, las moléculas de la emoción se encuentran en las zonas de nuestro cerebro encargadas de la percepción, y sabemos que nos condicionan según las experiencias previas. Esto se traduce en que solemos estancarnos, es decir, tendemos a ver lo que ya hemos visto, hacer lo que ya hemos hecho y pensar lo que ya hemos pensado."La influencia más importante que podemos ejercer sobre nuestro cuerpo son nuestras expectativas". Además, no nos planteamos que la realidad que vivimos y experimentamos podría ser diferente y que esto depende de nosotros mucho más de lo que nos han hecho creer. Podemos usar nuestro libre albedrío para cambiar nuestra forma de actuar, de percibir y sentir la realidad. Es entonces cuando la vida se vuelve realmente divertida e interesante.


Puesto que usted ha afirmado que el cuerpo es como el subconsciente, ¿es posible que la postura corporal, las enfermedades y los problemas fisiológicos sean un reflejo o una manifestación de los problemas emocionales o psicológicos?


Sin duda. Los traumas son siempre emocionales y mentales, además de físicos. Se almacenan en forma de recuerdos en el cerebro y en la médula espinal, y nos cambian tanto física como psicológicamente. La mayoría de la gente cree que lo psicológico o emocional permanece en ese ámbito, y no es consciente de que un trauma emocional o psicológico que haya padecido en su vida puede tener un efecto sobre el cuerpo en forma de enfermedad, por ejemplo una afección renal. La medicina no comparte este punto de vista; cree que los problemas fisiológicos son sólo eso, y que no están relacionados con los aspectos psicológicos o emocionales.A los médicos no les gusta plantearse el poder de la psicología y de las emociones. Lo ven como algo irreal y descabellado y no se lo toman en serio. Es una lástima, porque es un aspecto muy importante. Tenemos muchos datos sorprendentes que confirman que cuando un paciente se somete a una operación, lo que éste oiga cuando está bajo anestesia, lo que se le diga mientras vuelve en sí, afecta a su recuperación y es un elemento muy poderoso.


Es impresionante, porque esta visión siempre ha sonado como muy alternativa y usted está demostrando, de una forma muy seria y científica, que a consecuencia de las influencias emocionales positivas o negativas que recibamos, esas moléculas nos afectan físicamente.


Se trata de algo muy práctico.No es un asunto trivial. La influencia más importante que podemos ejercer sobre nuestro cuerpo son nuestras expectativas, lo que creemos que va a suceder y lo que nos decimos a nosotros mismos que va a suceder.


EMOCIÓN E INMUNIDAD


¿Qué relación existe entre las moléculas de emoción y el sistema inmunitario?


En los años ochenta fuimos unos de los pioneros de la denominada psiconeuroinmunología. Demostramos que las células cerebrales y las inmunes poseen los mismos receptores. En esa época creíamos que ambos tipos de células se comunicaban entre sí. Ahora, a partir de nuevos estudios, de los que hablo en mi nuevo libro "Todo lo que hay que saber para sentirse bien" [Everything you need to know to feel good], sabemos que en el flujo sanguíneo hay células aparentemente inmunitarias que se desplazan hasta el cerebro y se convierten en células cerebrales. Esas células se organizan según nuestro estado emocional. Las emociones son un principio organizativo de nuestro cuerpo y mente. No son sólo una vibración que emitimos, son un factor que nos organiza el punto de vista evolutivo.


¿Las moléculas de la emoción se remontan muy atrás en la evolución? ¿Qué animales fueron los primeros en desarrollarlas y cuál es, en último término, su utilidad?


Se remontan a un pasado muy remoto, a los organismos más simples. Son una especie de carteles indicadores de la supervivencia. Emociones como el placer, por ejemplo, son necesarias para mantener el deseo de vivir. Nos ayudan a evitar instintivamente lo que nos perjudica y nos atraen hacia lo que nos beneficia. Son un sistema de activado a través de la evolución. También es importante resaltar que otros animales, y especialmente los más cercanos a nosotros evolutivamente hablando como los mamíferos, poseen prácticamente toda la gama de emociones que los seres humanos sentimos.


Es cierto qué las emociones no expresadas son nocivas para la salud, ¿cómo podemos aprender a liberarlas y a tener una relación más saludable con ellas?


Buena pregunta. Hay quien cree que este aprendizaje empieza en la infancia, que debemos enseñar a nuestros hijos a aceptar y comprender sus diferentes emociones. De este modo se sienten cómodos con ellas y, cuando se hacen mayores, las utilizan de otro modo, como indicadores, en lugar de guardárselas. Se preguntan: "¿por qué me siento así? Esta emoción me debe estar indicando algo". Creo que es importante aprenderlo desde la infancia, y también que exista una cultura que lo permita. Por ejemplo, España es un país que siempre he considerado especialmente emocional. En nuestra cultura, en cambio, existe mucha represión. En nuestro sistema educativo a los niños no se les permite expresar la alegría o el entusiasmo. Les enseñamos a callarse desde la más tierna infancia y aprenden que en la vida cotidiana no hay lugar para las emociones, lo cual no es nada bueno ...¿Y por qué esas emociones reprimidas son perjudiciales para la salud? Porque las emociones rigen todos los sistemas del organismo. Las válvulas del corazón, los esfínteres del aparato digestivo que se abren y cierran, la propia digestión, todo está regido por las moléculas de la emoción, que tienen una acción física. Si reprimimos la expresión de las emociones, también reprimimos nuestras funciones orgánicas, lo que a la larga produce enfermedades o malestar, ya que se trata de una parte intrínseca del funcionamiento de nuestro cuerpo. Por tanto, al no liberarla de forma natural, esa energía se acumula y repercute sobre el estado físico... Exacto. Se produce un atasco y las cosas no funcionan. Es un bloqueo físico provocado por un"bloqueo energético" .

lunes, 21 de junio de 2010

La Alegría de Ser



Para alertarse de que ha sido dominado por el tiempo psicológico, usted puede usar un criterio sencillo. Pregúntese a sí mismo: ¿Hay alegría, facilidad y liviandad en lo que hago? Si no las hay, entonces el tiempo está ocultando el momento presente, y la vida se percibe como una carga o un esfuerzo.
Si no hay alegría, facilidad o liviandad en lo que hace, no significa necesariamente que usted debe cambiar lo que hace. Puede ser suficiente cambiar el cómo. "Cómo" es siempre más importante que "qué". Vea si puede darle mucha más atención al proceso de hacer que al resultado de lo que quiere lograr con ello. Preste su atención más plena a cualquier cosa que presente el momento. Eso implica que usted acepta también lo que es, porque usted no puede prestar completa atención a algo y al mismo tiempo resistirse a ello.
En cuanto honre el momento presente, toda la infelicidad y el esfuerzo se disuelven y la vida empieza a fluir con alegría y facilidad. Cuando usted actúa desde la conciencia del momento presente, cualquier cosa que haga queda imbuida de un sentido de calidad, cuidado y amor, incluso la acción más sencilla.
Así que no se preocupe por el fruto de sus acciones, simplemente preste atención a la acción en sí misma. El fruto vendrá por añadidura. Esa es una poderosa práctica espiritual. En el Bhagavad Gita, una de las enseñanzas espirituales más antiguas y hermosas que existen, el desapego del fruto de la acción recibe el nombre de Karma Yoga. Se describe como el camino de la "acción consagrada".
Cuando cesa el forcejeo por huir del Ahora, la alegría de Ser fluye en todo lo que usted hace. En el momento en que su atención se vuelve al Ahora, usted siente una presencia, una quietud, una paz. Deja de depender del futuro para la realización y la satisfacción, no mira hacia él para la salvación. Por lo tanto, no está apegado a los resultados. Ni el fracaso ni el éxito tienen el poder de cambiar su estado interior de Ser. Usted ha encontrado la vida que hay oculta en su situación vital. En ausencia del tiempo psicológico, su sentido de usted mismo se deriva de Ser, no de su pasado personal. Por lo tanto, la necesidad psicológica de convertirse en algo diferente de lo que es ahora, ya no existe. En el mundo, en el nivel de su situación vital, usted puede realmente volverse rico, instruido, exitoso, libre de esto o de aquello, pero en la dimensión más profunda del Ser usted es completo y un todo ahora. ¿En ese estado de plenitud todavía podremos o desearemos perseguir metas externas?
Por supuesto, pero no tendrá expectativas ilusorias de que algo 0 alguien en el futuro lo salvará o lo hará feliz. En lo concerniente a su situación vital, puede haber cosas que quiera alcanzar o adquirir. Este es el mundo de las formas, de la pérdida y la ganancia. Sin embargo en un nivel más profundo usted ya está completo, y cuando se da cuenta de eso hay una energía juguetona, gozosa, detrás de lo que hace. Al estar libre del tiempo psicológico, usted ya no persigue sus metas con determinación inflexible, manejado por el miedo, la ira, el descontento o la necesidad de convertirse en alguien. Ni se quedará inactivo por el miedo al fracaso, lo que para el ego es la pérdida de sí mismo. Cuando su sentido más profundo de usted mismo deriva de Ser, cuando usted está libre de "llegar a ser" como una necesidad psicológica, ni su felicidad ni su sentido de usted mismo dependen del resultado, así pues hay libertad del miedo. Usted no busca la permanencia donde no puede encontrarse: en el mundo de la forma, de la pérdida y la ganancia, del nacimiento y la muerte. Usted no pide que las situaciones, las condiciones, los lugares o las personas lo hagan feliz, y luego sufre cuando no llenan sus expectativas.
Se valora todo, pero nada importa. Las formas nacen y mueren, sin embargo usted está consciente de lo eterno que hay bajo las formas. Usted sabe que "nada real puede ser amenazado".
Cuando este es su estado de Ser ¿cómo puede usted no triunfar? Usted ya ha triunfado.
Extraído del libro: "El Poder del Ahora" de Eckhart Tolle

jueves, 17 de junio de 2010

Desapego


Un antiguo relato sufi dice que vivía en algún país del Medio Oriente un rey cuya existencia oscilaba permanentemente entre la felicidad y el abatimiento. Se enojaba o reaccionaba intensamente frente a la más mínima cosa, y su felicidad se convertía rápidamente en desilusión y desesperación. Llegó el día en que el rey se cansó finalmente de sí mismo y de la vida y comenzó a buscar una salida. Hizo llamar a un sabio que habitaba en su reino y que tenía fama de iluminado. Cuando se presentó el sabio, el rey le dijo, "deseo ser como tú. ¿Podrías darme algo que traiga equilibrio, serenidad y sabiduría a mi vida? Te pagaré lo que pidas".
A lo que el sabio respondió: "es probable que pueda ayudarte, pero el precio es tan alto que no sería suficiente todo tu reino para pagar por él. Por tanto, te haré un regalo, siempre y cuando te hagas digno de él". El rey prometió que así sería, y el sabio se fue.
A las pocas semanas regresó y le entregó al rey un cofre de jade tallado. Al abrirlo, el rey encontró solamente un anillo de oro en el cual había grabadas unas letras. La inscripción decía: También esto pasará. "¿Qué significa esto?" preguntó el rey. Y el sabio le dijo, "Lleva siempre este anillo y antes de que califiques de bueno o malo cualquier acontecimiento, toca el anillo y lee la inscripción. De esa forma estarás siempre en paz".
También esto pasará. ¿Qué hay en estas palabras tan sencillas que las hace tan poderosas? A primera vista parecería que sirvieran para darnos consuelo en situaciones difíciles y que también podrían privarnos de los goces de la vida. "No seas demasiado feliz, porque esa felicidad no durara". Eso parecerían decir en una situación percibida como buena.
No resistirnos, no juzgar y no apegarnos son los tres secretos de la verdadera libertad y de una vida iluminada.
La inscripción del anillo no nos dice que no disfrutemos las cosas buenas de la vida, y tampoco es un consuelo para los momentos de sufrimiento. Tiene un propósito más profundo: ayudarnos a tomar conciencia de lo efímero de todas las situaciones, lo cual se debe a la transitoriedad de todas las formas, buenas o malas. Cuando tomamos conciencia de esa transitoriedad de todas las formas, nuestro apego disminuye y dejamos de identificarnos hasta cierto punto con ellas. El desapego no implica que no podamos disfrutar de las cosas buenas que el mundo nos ofrece. En realidad nos ayuda a disfrutarlas todavía más. Una vez que reconocemos y aceptamos que todas las cosas son transitorias y que el cambio es inexorable, podemos disfrutar los placeres del mundo sin temor a la pérdida y sin angustia frente al futuro. Cuando nos desapegamos, podemos ver las cosas desde un punto de vista más elevado en lugar de quedar atrapados por los acontecimientos de la vida. Somos como el astronauta que ve el planeta Tierra rodeado por el espacio infinito y reconoce una verdad paradójica: que la Tierra es preciosa pero insignificante al mismo tiempo. El hecho de reconocer que Esto también pasará trae consigo el desapego, y éste a su vez nos abre una nueva dimensión en la vida: el espacio interior. Cuando vivimos en el desapego, sin juzgar y sin resistirnos, logramos acceso a esa dimensión.
Cuando dejamos por completo de estar identificados con las formas, la conciencia, lo que somos, se libera de su prisión en la forma. Esa liberación es el surgimiento del espacio interior. Se presenta como una quietud, una paz sutil en el fondo de nuestro ser, hasta en presencia de algo aparentemente malo. Esto también pasará. Entonces, súbitamente, hay un espacio alrededor del suceso. También hay espacio alrededor de los altibajos emocionales, incluso alrededor del sufrimiento. Y por encima de todo, hay espacio entre los pensamientos. Y desde ese espacio emana una paz que "no es de este mundo", porque este mundo es forma y la paz es espacio. Entonces podremos disfrutar y honrar las cosas de este mundo sin atribuirles la importancia y el peso que no tienen. Podremos participar en la danza de la creación y llevar una vida activa sin apegarnos a los resultados y sin imponer exigencias exageradas al mundo: lléname, hazme feliz, hazme sentir seguro, dime quién soy. El mundo no puede darnos esas cosas, y cuando nos despojamos de esas expectativas desaparece todo el sufrimiento creado por nosotros mismos. Todo ese sufrimiento se debe a que le hemos dado un valor exagerado a la forma y al hecho de no tener conciencia de la dimensión del espacio interior. Cuando esa dimensión se manifiesta en nuestra vida podemos disfrutar las cosas, las experiencias y los placeres de los sentidos sin perdernos en ellos, sin apegarnos a ellos, es decir, sin volvernos adictos al mundo.
Esto también pasará es la frase que nos muestra la realidad. Al señalar la temporalidad de todas las formas, señala, por ende, hacia lo eterno. Solamente lo eterno de nosotros puede reconocer la temporalidad de lo temporal.

Extraído del libro "Un Nuevo Mundo Ahora" de Eckhart Tolle

miércoles, 16 de junio de 2010

La Conciencia


La conciencia ya es consciente. Es lo que no se manifiesta, lo eterno. Sin embargo, el universo adquiere conciencia apenas gradualmente. La conciencia misma es atemporal y, por tanto, no evoluciona. No tuvo principio ni tendrá fin. Cuando la conciencia se manifiesta a través del universo, parece sujeta al tiempo y al proceso evolutivo. La mente humana es incapaz de comprender a cabalidad la razón de este proceso, pero podemos vislumbrarlo en nuestro interior y hacernos partícipes conscientes del mismo.
La conciencia es la inteligencia, el principio organizador que está detrás de la manifestación de la forma. La conciencia ha venido preparando las formas durante millones de años a fin de poder expresarse a través de ellas en el universo manifiesto.
Si bien podríamos decir que el plano de la conciencia pura inmanifiesta es otra dimensión, no está separada de esta dimensión de la forma. La forma y lo informe están entretejidos. Lo inmanifiesto fluye hacia esta dimensión en forma de conciencia, espacio interno, Presencia. ¿Cómo lo hace? A través de la forma humana que toma conciencia y cumple así con su destino. Fue para este propósito elevado que se creó la forma humana, y millones de formas distintas que la antecedieron abonaron el camino para ella.
La conciencia se encarna en la dimensión de lo manifiesto, es decir, se hace forma. Al hacerlo entra en una especie de estado de ensoñación. La inteligencia permanece, pero la conciencia pierde conciencia de sí misma. Se pierde en la forma y se identifica con las formas. Podría decirse que es el descenso de la divinidad a la materia. En esa etapa de evolución del universo, la totalidad del movimiento expansivo ocurre en ese estado de ensoñación. Vislumbramos el despertar solamente en el momento de la disolución de una forma individual, es decir, en el momento de la muerte. Y entonces comienza la siguiente encarnación, la siguiente identificación con la forma, el siguiente sueño individual, el cual forma parte del sueño colectivo. Cuando el león desgarra el cuerpo de una cebra, la conciencia encarnada en la forma de la cebra se desprende de la forma que está en proceso de disolución y, durante un instante despierta a su naturaleza esencial de conciencia inmortal. Entonces cae nuevamente en el sueño y encarna en otra forma. Cuando el león envejece y es incapaz de cazar, en el momento de su última exhalación se producen nuevamente los destellos breves del despertar, seguidos de otro sueño en la forma.
En nuestro planeta, el ego humano representa la etapa final del sueño universal, de la identificación de la conciencia con la forma. Era una etapa necesaria de la evolución de la conciencia.
El cerebro humano es una forma altamente diferenciada a través de la cual la conciencia entra en esta dimensión. Contiene cerca de cien mil millones de células nerviosas o neuronas, más o menos equivalentes al mismo número de estrellas de nuestra galaxia, las cuales podrían considerarse como el cerebro del macrocosmos. El cerebro no es el creador de la conciencia; la conciencia creó el cerebro, la forma física más compleja de la tierra, con el propósito de expresarse. Cuando el cerebro se daña, no quiere decir que se pierda la conciencia sino que ésta ya no puede utilizarlo para penetrar en esta dimensión. No podemos perder la conciencia porque es nuestra esencia. Solamente podemos perder lo que tenemos, más no lo que somos.

Extraído del libro: "Un Mundo Nuevo Ahora" de Eckhart Tolle

domingo, 13 de junio de 2010

El Despertar


El despertar es un cambio de conciencia consistente en el divorcio entre el pensamiento y la conciencia. En la mayoría de los casos no es un suceso puntual sino un proceso. También es un proceso incluso para las pocas personas que experimentan un despertar súbito, dramático y aparentemente irreversible. Es un proceso en el cual el nuevo estado de conciencia toma posesión gradualmente transformando todo lo que la persona hace y convirtiéndose así en parte integral de la vida.
En lugar de permanecer perdidos en nuestros pensamientos, cuando despertamos reconocemos que somos el observador consciente. Es entonces cuando el pensamiento deja de ser la actividad autónoma y egoísta que domina nuestra vida. La conciencia asume las riendas y el pensamiento, en lugar de tener el control de la vida, pasa a servir a la conciencia. La conciencia es la conexión consciente con la inteligencia universal. Otra palabra para describirla es la Presencia: la conciencia sin pensamiento.
El inicio del proceso del despertar es un acto de gracia. No podemos hacer que suceda ni tampoco prepararnos para él ni acumular créditos para merecerlo. No hay una secuencia clara de pasos lógicos que conduzca al despertar, aunque eso sería lo que le encantaría a la mente. No tenemos que hacernos merecedores primero. Puede llegarle al pecador antes que al santo, pero no necesariamente. Es por eso que Jesús se relacionaba con toda clase de gente y no solamente con las personas respetables. No hay nada que podamos hacer para provocar el despertar. Lo que hagamos será cosa del ego, que estará buscando agregar el despertar o la iluminación a la lista de sus posesiones más preciadas para engrandecerse y adquirir todavía más importancia. De esa manera, en lugar de despertar, añadimos a la mente el concepto del despertar o la imagen de lo que es una persona iluminada, y nos esforzamos por vivir de acuerdo con esa imagen. Esforzarnos por ser como la imagen que tenemos de nosotros mismos o que otros tienen de nosotros no es vivir una vida auténtica sino representar otro de los personajes inconscientes del ego.
Por consiguiente, si no hay nada que podamos hacer con respecto al despertar, si es algo que ya ha sucedido o está por suceder, ¿cómo es posible que sea el propósito primario de la vida? ¿Acaso no está implícito en el propósito el hecho de poder hacer algo por lograrlo?
El primer despertar, el primer destello de conciencia sin pensamiento solamente sucede por la gracia, sin que hagamos nada. Si para usted este libro es incomprensible y no significa nada, es porque todavía no le ha llegado ese primer despertar. Sin embargo, si hay algo en su interior que responde a él, si de alguna manera reconoce algo de verdad en él, significa que ya ha entrado en el proceso. Una vez que se inicia el proceso, no hay marcha atrás, aunque el ego puede demorarlo. La lectura de este libro podrá ser el comienzo del despertar para algunas personas. Para otras, este libro ejercerá la función de ayudarlas a reconocer que ya han iniciado el proceso, y a intensificarlo y acelerarlo. Otra función es ayudar a la gente a reconocer su ego cada vez que trate de recuperar el control y de ensombrecer el surgimiento de la conciencia. En algunos casos, el despertar sucede cuando las personas se dan cuenta repentinamente de la clase de pensamientos que cruzan constantemente por su mente, especialmente los pensamientos negativos persistentes con los cuales quizás se hayan identificado durante toda la vida. Súbitamente se produce un estado de alerta que toma conciencia del pensamiento sin ser parte de él.
¿Cuál es la relación entre la conciencia y el pensamiento? La conciencia es el espacio en el cual existen los pensamientos cuando ese espacio ha tomado conciencia de sí mismo.
Después de haber visto el destello de la conciencia o la Presencia, aprendemos a conocerla de primera mano. En ese momento deja de ser simplemente un concepto mental y, por tanto, podemos tomar la decisión consciente de estar presentes en lugar de dejarnos arrastrar por pensamientos inútiles. Podemos invitar la Presencia a la vida, es decir, abrir espacio. Con la gracia de la conciencia viene la responsabilidad. Podemos optar por continuar como si nada hubiera sucedido, o podemos reconocer su importancia y aceptar que el surgimiento de la conciencia es lo más importante que puede sucedernos. Abrirnos a la conciencia y traer su luz a este mundo se convierte entonces en el propósito preponderante de la vida.
"Deseo conocer la mente de Dios", dijo Einstein. "Lo demás son detalles". ¿Qué es la mente de Dios? Conciencia. ¿Qué significa conocer la mente de Dios? Estar conscientes. ¿Cuáles son los detalles? El propósito externo y lo que quiera que suceda en el plano externo.
Así, quizás mientras usted espera que suceda algo significativo en su vida, podría no darse cuenta de que lo más importante que puede sucederle a un ser humano ya le ha sucedido: el comienzo del proceso de separación entre el pensamiento y la conciencia.
Muchas personas que se encuentran en las primeras etapas del proceso de despertar sienten que ya no saben a ciencia cierta cuál es su propósito externo. Aquello que mueve al mundo ya no las motiva. Al ver con tanta claridad la demencia de nuestra civilización, podrían sentirse aisladas hasta cierto punto de la cultura que las rodea. Hay quienes sienten que habitan en tierra de nadie, en medio de dos mundos. Ya el ego no dirige su destino pero la conciencia todavía no se ha integrado plenamente a sus vidas. No se ha producido la fusión entre el propósito interno y el propósito externo.


Extraído del libro: "Un Mundo Nuevo Ahora" de Eckhart Tolle

sábado, 12 de junio de 2010

El Secreto de la Felicidad


Estar en paz y ser quie­nes somos es lo mismo. El ego dice: quizás en un futuro podré tener paz si tal o cual cosa sucede o si obtengo aquello o me convierto en lo de más allá. También dice: no podré estar en paz jamás a causa de algo que sucedió en el pasado. En general, todo el mundo cuenta la misma historia, "por qué no puedo tener paz ahora". El ego no sabe que nuestra única oportunidad para estar en paz es ahora. O quizás sí lo sabe pero teme que lo averigüemos. Después de todo, la paz representa la aniquilación del ego.
¿Cómo podemos alcanzar la paz ahora? Haciendo la paz con el momento presente. El momento presente es el campo en el cual transcurre el juego de la vida. No puede jugarse en ningún otro lugar. Una vez hecha la paz con el momento presente, podemos ver lo que sucede, lo que podemos hacer o lo que optamos por hacer, o más bien, lo que la vida hace a través de nosotros. Hay cuatro palabras en las cuales se encierra el secreto del arte de vivir, el secreto del éxito y la felicidad: uno con la vida. Ser uno con la vida significa ser Uno con el Ahora. Entonces nos damos cuenta de que no vivimos la vida, sino que ésta nos vive. La vida es la bailarina y nosotros somos la danza.
Al ego le encanta estar resentido con la realidad. ¿Qué es la realidad? Cualquier cosa que es. Buda la denominó tatata, el tal o cual de la vida, es decir, nada más que el tal o cual de este momento. Oponerse a ese tal o cual es una de las principales carac­terísticas del ego. Esa oposición crea la negatividad de la cual se alimenta el ego, la infelicidad que tanto le gusta. De esta manera sufrimos y hacemos sufrir a los demás sin siquiera saberlo, sin darnos cuenta de que estamos creando el infierno en la tierra. Crear sufrimiento sin reconocerlo es la esencia de la vida inconsciente y es estar completamente bajo el control del ego. La incapacidad del ego para reconocerse y ver lo que hace es verdaderamente aterradora e increíble. El ego hace exactamente lo que condena en los demás y ni siquiera se da cuenta. Cuando se lo señala, recurre a la negación, la ira, los argumentos y las justificaciones que distorsionan los hechos. Y todo el mundo lo hace, las personas, las empresas y los gobiernos. Cuando todo lo demás falla, el ego recurre a los gritos y hasta a la violencia física. ¡Que manden al ejército! Es entonces cuando reconocemos la sabiduría de las palabras de Jesús en la cruz: "Perdónalos porque no saben lo que hacen".
Para poner fin a la desgracia que se ha cernido sobre la con­dición humana durante miles de años, debemos comenzar con nosotros mismos y asumir la responsabilidad por nuestro estado interior en todo momento. Eso significa que debe ser ahora mismo. Pregúntese si hay negatividad en su interior en este mismo momento. Entonces preste atención a sus pensamientos y tam­bién a sus emociones. Esté alerta a esa infelicidad latente a la cual me referí anteriormente, en cualquiera de sus formas: desconten­to, nerviosismo, hastío, etcétera. Esté alerta a los pensamientos que aparentemente justifican o explican esa infelicidad pero que en realidad son los causantes de la misma. Tan pronto como tome conciencia de un estado negativo en su interior no piense que ha fallado. Significa que ha tenido éxito. Mientras no hay esa conciencia, prevalece la identificación con los estados interiores, y esa identificación es el ego. Con la conciencia se suspende la identi­ficación con los pensamientos, las emociones y las reacciones. Este estado no debe confundirse con la negación. Al reconocerse los pensamientos, las emociones y las reacciones, se suspende automáticamente esa identificación. Entonces cambia nuestro sen­tido de lo que somos, nuestra sensación de ser: antes éramos pensamientos, emociones y reacciones; ahora somos conciencia, la Presencia consciente que observa esos estados.
"Un día me liberaré del ego". ¿Quién habla? El ego. Liberarse del ego realmente no representa un gran esfuerzo. Lo único que se necesita es tomar conciencia de los pensamientos y las emocio­nes en el mismo momento en el que suceden. No se trata realmente de "hacer", sino de "ver". En ese sentido, es cierto que no hay nada que podamos hacer para liberarnos del ego. Cuando se produce el cambio de pasar de pensar a observar, entra a operar en nuestras vidas una inteligencia muy superior a la astucia del ego. Las emociones y hasta los pensamientos se despersonalizan a través de la conciencia. Reconocemos su naturaleza impersonal. Dejan de estar cargados del "yo". Son solamente emociones y pensamientos humanos. Toda la historia personal, la cual no es más que un cuento, un paquete de pensamientos y emociones, pasa a ocupar un lugar secundario y deja de ocupar el primer lugar en la conciencia. Deja de ser la base de nuestro sentido de identidad. Pasamos a ser la luz de la Presencia, la conciencia profunda que antecede a los pensamientos y las emociones.


Extraído del Libro "Un Nuevo Mundo Ahora" de Eckhart Tolle

miércoles, 9 de junio de 2010

Uso y Renuncia de la Negatividad


Toda resistencia interna se experimenta como negatividad de uno u otro tipo. Toda negatividad es resistencia. En este contexto, ambas palabras son casi sinónimas. La negatividad va desde la irritación o la impaciencia hasta la ira encendida, desde el estado de depresión anímica o resentimiento hasta la desesperación suicida. A veces la resistencia activa el cuerpo-dolor emocional y, en tal caso, cualquier roce sin importancia puede producir una intensa negatividad en forma de ira, depresión o una pena muy honda. El ego cree que puede manipular la realidad mediante la negatividad y conseguir lo que quiere. Cree que la negatividad le permite atraer un estado agradable o disolver un estado desagradable. Si "tú" -la mente- no creyeras que la negatividad funciona, ¿para qué habrías de crearla? La cuestión es que, de hecho, la negatividad no funciona. En lugar de atraer un estado deseable, más bien le impide emerger. En lugar de disolver un estado indeseable, lo mantiene en su lugar. La única "utilidad" de la negatividad es fortalecer el ego, y por eso al ego le encanta. Cuando estás identificado con una emoción negativa no quieres soltarla, y en algún profundo nivel inconsciente no deseas un cambio para mejor porque pondría en peligro tu identidad de persona deprimida, enfadada o maltratada. Entonces ignorarás, negarás o sabotearás lo positivo de tu vida. Éste es un fenómeno bastante común. Y una locura. OBSERVA CUALQUIER PLANTA O ANIMAL Y PERMITE QUE TE ENSEÑE A ACEPTAR LO QUE ES, a rendirte al ahora. Deja que te enseñe a Ser. Deja que te enseñe integridad, qué significa ser uno mismo, ser real. Deja que te enseñe a vivir y a morir, y a no hacer un problema de la vida y de la muerte. Las emociones negativas recurrentes contienen a veces un mensaje, como también lo contienen las enfermedades. Pero cualquier cambio que introduzcas, tanto si tiene que ver con tu trabajo como si afecta a tus relaciones o a tu entorno, será superficial a menos que surja de un cambio en tu nivel de conciencia. Y en cuanto a eso sólo puedo aconsejarte una cosa: mantente más presente. Cuando hayas alcanzado cierto grado de presencia, ya no necesitarás que la negatividad te indique qué necesita tu situación de vida. Pero mientras la negatividad esté ahí, úsala. Úsala como recordatorio de que has de estar más presente. Cuando sientas surgir la negatividad en tu interior, tanto si está causada por algo externo como si está provocada por un pensamiento o por nada concreto de lo que seas consciente, considérala una voz que te dice: "Atención. Aquí y Ahora. Despierta. Sal de tu mente. Mantente presente". Hasta la más leve irritación es significativa y tiene que ser reconocida y registrada para que no haya una acumulación de reacciones no observadas. Es posible que al darte cuenta de que no quieres tener ese campo energético negativo en tu interior, de que no tiene ningún propósito, simplemente renuncies a él. Pero, si es así, asegúrate de soltarlo completamente. Si no puedes hacerlo, acepta que está ahí y lleva tu atención a la sensación. COMO ALTERNATIVA, PUEDES HACER DESAPARECER LA EMOCIÓN NEGATIVA imaginándote que te has vuelto transparente a la causa externa de esa reacción. Te recomiendo que al principio lo practiques con cosas pequeñas, incluso triviales. Digamos que estás tranquilamente sentado en tu casa. De repente oyes el sonido penetrante de una alarma de automóvil que suena en la calle. Surge la irritación. ¿Qué propósito tiene esa irritación? Ninguno en absoluto. ¿Por qué la has creado? No la has creado, la ha creado tu mente. Ha sido una reacción totalmente automática, totalmente inconsciente. ¿Por qué la ha creado la mente? Porque cree inconscientemente que esa resistencia, que tú experimentas como negatividad o infelicidad, disolverá en cierto modo la situación indeseable. Esto, evidentemente, es una ilusión. La resistencia creada por la reacción -la irritación o el enfado, en este caso- es mucho más molesta que la causa original que está tratando de disolver. Todo esto puede transformarse en una práctica espiritual. SIÉNTETE COMO SI TE ESTUVIESES VOLVIENDO TRANSPARENTE, por así decirlo; como si no tuvieras la solidez de un cuerpo material. Ahora permite que el ruido, o cualquiera que sea la causa de la reacción negativa, te atraviese. Ya no golpea con una "pared" sólida en tu interior. Como he dicho, al principio es mejor practicar con cosas pequeñas: la alarma del coche, el ladrido del perro, los gritos de los niños, el atasco de tráfico. En lugar de tener un muro de resistencia dentro de ti, golpeado constantemente por cosas "que no deberían estar ocurriendo", deja que todo te atraviese. Imagina que alguien te dice algo grosero o con intención de molestarte. En lugar de caer en la reacción inconsciente y en la negatividad, en lugar de atacar, ponerte a la defensiva o retirarte, deja que las palabras te atraviesen limpiamente. No ofrezcas resistencia. Es como si ya no hubiera nadie que pudiera sentirse herido. Eso es perdón. Así es como te vuelves invulnerable. Puedes seguir diciendo a esa persona que su conducta es inaceptable, si eso es lo que eliges. Pero esa persona ya no tiene el poder de controlar tu estado interno. Entonces eres dueño de ti mismo, no estás bajo el poder de otra persona, y tampoco te dejas controlar por tu mente. Tanto si se trata de una alarma de automóvil, de una persona grosera, de una inundación, un terremoto o de la pérdida de todas tus posesiones, el mecanismo de resistencia es el mismo. Sigues buscando fuera y no puedes dejar de buscar. Quizás el próximo curso tengas la respuesta; quizás esa nueva técnica. A ti, personalmente, te digo: NO BUSQUES LA PAZ. No busques ningún estado diferente del que tienes; así no producirás conflicto interno ni resistencias inconscientes. Perdónate por no estar en paz. En el momento en que aceptas completamente tu falta de paz, la no-paz se transforma en paz. Cualquier cosa que aceptes plenamente te llevará allí, al estado de paz. Éste es el milagro de la rendición. Cuando aceptas lo que es, cada momento es el mejor. Eso es iluminación.


Libro: "El poder del Ahora" - Eckhart Tolle

martes, 8 de junio de 2010

La Impermanencia y los Ciclos de la Vida



Hay fases de éxito en que las cosas vienen a ti y se desarrollan, y fases de fracaso en que las cosas se marchitan, se desintegran y tienes que dejarlas ir para que puedan surgir otras nuevas, o para que se produzca la transformación. Si, llegado a ese punto, te apegas y te resistes, te estás negando a seguir el flujo de la vida, y eso te hará sufrir. La disolución es necesaria para que se produzca un nuevo crecimiento. Ambos aspectos no pueden existir separadamente.

La fase descendente del ciclo es absolutamente esencial para la realización espiritual. Debes de haber fracasado rotundamente a algún nivel, o haber experimentado una pérdida seria o un dolor, para sentirte atraído por la dimensión espiritual. O quizá el éxito mismo haya perdido significado, quedándose vacío y convirtiéndose en fracaso. El fracaso reside oculto en cada éxito, y el éxito en cada fracaso. En este mundo, es decir, en el nivel de las formas, todos "fracasamos" antes o después, y todas las realizaciones acaban convirtiéndose en nada. Todas las formas son impermanentes. Puedes mantenerte activo y disfrutar manifestando y creando nuevas formas y circunstancias, pero ya no te identificarás con ellas. No las necesitas para tener una identidad. Ellas no son tu vida; sólo son tu situación de vida. El ciclo tiene una duración variable que va de unas pocas horas a varios años. Hay ciclos largos y ciclos breves dentro de los ciclos largos. Muchas enfermedades se generan por luchar contra las fases de baja energía, que son vitales para la regeneración. La acción compulsiva y la tendencia a extraer la propia autoestima y la identidad de factores externos, como el éxito, es una ilusión inevitable mientras te identifiques con la mente. Esto hace que no puedas aceptar las fases bajas del ciclo, que no las dejes ser. Finalmente, la inteligencia del organismo puede adueñarse de la situación como medida de autoprotección y provocar una enfermedad que te obligue a detenerte para que pueda tener lugar la necesaria regeneración. En cuanto la mente juzga que un estado o situación es "bueno", le toma apego y se identifica con él, tanto si se trata de una relación como de una posesión, un papel social, un lugar o tu cuerpo físico. La identificación te hace feliz, hace que te sientas bien contigo mismo, y ese estado o situación puede llegar a convertirse en parte de quien eres o de quien crees ser. Pero nada es duradero en esta dimensión donde la polilla y el orín consumen. La situación acaba, o cambia, o puede producirse un cambio de polaridad: lo que ayer o el año pasado era bueno, súbita o gradualmente se vuelve malo. La misma situación que antes te hacía feliz, ahora te hace desgraciado. La prosperidad de hoy se convierte en el consumismo vacío de mañana. La boda feliz y la luna de miel se convierten en un doloroso divorcio o en una convivencia infeliz. O también puede ocurrir que desaparezca una situación y su ausencia te haga infeliz. Cuando el estado o situación con el que la mente se ha identificado cambia o desaparece, ésta no puede aceptarlo. Se apegará al estado que ha desaparecido y se resistirá al cambio. Es casi como si nos cortaran un miembro del cuerpo. Esto significa que tu felicidad y tu infelicidad son, de hecho, la misma cosa. Sólo las separa la ilusión del tiempo. NO OFRECER RESISTENCIA A LA VIDA es estar en un estado de gracia, tranquilidad y ligereza, un estado que no depende de que las cosas sean de cierta manera, buenas o malas. Parece paradójico y, sin embargo, cuando desaparece la dependencia interna de la forma, la situación general de tu vida, lo que tiene relación con las formas externas, parece mejorar enormemente. Las cosas, las personas o las situaciones que creías necesitar para ser feliz ahora llegan a ti sin esfuerzo ni lucha por tu parte, y eres libre de disfrutarlas y apreciarlas mientras duren. Todas esas cosas, evidentemente, seguirán teniendo un final, los ciclos irán y vendrán, pero cuando desaparece la dependencia, desaparece también el miedo a la pérdida. La vida fluye con tranquilidad. La felicidad derivada de una fuente secundaria nunca es muy profunda. Sólo es un pálido reflejo de la alegría de Ser, de la vibrante paz que encuentras en tu interior cuando entras en el estado de no-resistencia. El Ser te lleva más allá de los opuestos polares de la mente y te libera de la dependencia de la forma. Aunque todo colapsara y se derrumbara a tu alrededor, en lo profundo de tu núcleo interno seguirías sintiéndote en paz. Puede que no te sintieras feliz, pero al menos estarías en paz.


Libro: "El poder del Ahora" - Eckhart Tolle