En la mitología hinduista, Jánuman (en inglés Hanuman) es el dios mono venerado por los hindúes, quienes lo consideran un aspecto del dios Shivá. Es el fiel compañero del rey-dios Rama (uno de los diez avatares de Visnú) y una de las deidades más importantes del panteón hindú, en el Ramaiana, donde le ayuda en su expedición en contra del ejército liderado por el malvado demonio Rávana. Posee un poder y una fuerza casi ilimitada, hasta el punto de que al nacer saltó hasta el sol al confundirlo con una fruta.
Jánuman considera que la esencia de Rāma ilumina a todo ser, y consecuentemente lo adoraba por encima de todas las cosas. La visión de Rama eliminó todos sus pecados, el hecho de tocarlo consumió todo su karma (las consecuencias de sus actos en vidas pasadas), y su conversación inundó su mente de alegría.
Como lo relata el Ramaiana, él demostró su devoción al rey Rama, buscando por el mundo a Sītā, la amada esposa de Rama, que había sido secuestrada. Tan grande fue el deseo de Jánuman de servir a su amo que él ejecutó un gran salto a través del océano para encontrarla.
Pegar el salto, implica animarse a la aventura y Hanuman lo realiza desde su lugar de devoción absoluta y de amor a Rama (Dios).
Cada vez que realizamos Hanumanasana estamos evocando este gran salto, requiere determinacion, coraje, pero por sobre todo Fe. Me hace acordar al Loco del Tarot.
El Loco salta al vacío porque confía, tiene Fé en lo que vendrá, está liviano, lleva solo lo mínimo indispensable para su viaje. El Loco va liviano por la vida y con la misma determinación y devoción de Hanuman, emprende el viaje que sabe que cambiará su vida.
Plutón en Capricornio, Urano en Aries y Neptuno en Piscis, ayudados por Saturno en Escorpio y Neptuno en Piscis, son promotores de este cambio de conciencia. Es claro que pegar el salto da vértido, pero se puede.
Estamos viviendo tiempos de grandes cambios, y esa sensación de incertidumbre nos mantiene exaltados, a pesar de todo, confiemos en que el Plan Divino espera lo mejor para nosotros.
Namasté,
Juan Manuel
Excelente la historia y la relación con el tarot y la astrología... Me encantó la reflexión final.
ResponderEliminarGracias Fernando!
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