"The decision to relax rather than to grip even in the face of impatience or fear is a conscious and brave choice" B.K.S. Iyengar

lunes, 19 de noviembre de 2012

Reencantar la Vida: Pelar papas


El vivir contemporáneo con su riqueza de información, accesos y oportunidades suele focalizarse tanto en el deber, en el lograr, en actuar rápido y eficazmente que va perdiendo calidad, disfrute, gozo, estableciendo una cotidianeidad fría, carente de magia y encanto.

Reencantar la vida diaria es un arte que no requiere de cosas extraordinarias, sino de una actitud de presencia y corazón abierto que nos devuelva el sentir, el apreciar, bendecir y agradecer cada instante. Hasta los actos más simples y aparentemente insignificantes pueden transformarse en instancias profundamente inspiradoras.

Pelar papas, por ejemplo, si nos lo regalamos como un espacio de tranquilidad, en que respirando tranquilos, nos conectamos con su forma, la tocamos, olemos, nos llega la fragancia de las papas de nuestra vida, las que vimos en manos de nuestras abuelas, madres, y nanas, las que compartimos en tardes de verano, o en cazuelas de lluvias invernales, las que adornaron fuentes de celebraciones familiares. La historia de nuestras vidas y afectos se despliega desde esta simple papa.

Además, hay tantos amaneceres en una papa, y soles de mediodía y noches estrelladas, hay tormentas y océanos que se convirtieron en nubes que recorrieron valles y cordilleras y luego en la lluvia bendita que las regó.

En esta papa hay atardeceres de mágica quietud, madurez de estaciones, otoño, vientos arremolinados, primavera, aromas de flores, invierno, lluvias y frío, verano, tardes de frutos y abejas.

Hay minerales que se gestaron en estrellas lejanas y formaron el cuerpo de nuestro planeta, de microorganismos, de plantas y animales, de otras existencias en la cadena interminable de la vida.

En esta papa están las manos laboriosas del ser humano que la sembró, sus sueños y esperanzas, y las de sus padres y los padres de sus padres.

Tantos eventos tuvieron que ocurrir para que se concertara, en este espacio, en este tiempo, esta simple papa entre mis manos. Uno de los tantos milagros cotidianos, de los imposibles en que vivimos, de las mil cosas que pudieran haber ocurrido para que este instante no existiera, sin embargo, en la orquestación de los eventos, aquí estoy con esta papa que porta la historia de todo el planeta, tengo aquí y ahora, el mundo entre mis manos y es mi opción transformar el acto de pelarla y cocinarla en un ritual sagrado y cósmico en que aporto lo mejor de mi en esta interminable cadena donde cada ser tiene la oportunidad de ir tiñendo, con su intención, con su entrega los actos cotidianos y transfigurar hasta las cosas más simples en vehículos de armonía, encuentro, amor y poder.

Patricia May - www.patriciamay.cl

jueves, 1 de noviembre de 2012

La Noche Oscura del Alma



En el proceso del despertar de la conciencia, como en todas las iniciaciones, pasamos por lo que algunos llaman, la noche oscura del alma, o lo que en mi caso llamaría, atravesar un desierto; como sea que lo llamemos, hemos dado un "salto al vacío". En este punto, sólo nos queda aferrarnos a nuestro centro, mantener el norte, aunque no sepamos cómo dirigirnos hacia él, y a pesar de nuestra angustia, dudas y miedos, sólo queda entregarse... morir a nuestros viejos esquemas, para así permitir el florecimiento de lo nuevo; al igual que en los procedimiento alquímicos para que se dé la trasmutación del metal, primero ha de pasar por la putrefacción. Pero, ¿cómo morir concientemente?, ¿cómo entregarnos?, ha de ser desde el corazón! Sin embargo como llegar hasta él!; se nos ha enseñado el camino de la mente, pero el del corazón?, entre mas "pensemos " más nos perdemos, quedando presos de nuestros miedos, a merced de la inercia, que intenta llevarnos a nuestro estado anterior "más cómodo, conocido y aparentemente seguro", entonces se desata una lucha interior, hay que dar el paso y no sabemos cómo, al final tras nadar en contra de la corriente estamos agotados; el morir-renacer desde el corazón, es por el contrario un proceso fácil, no implica lucha sólo entrega..., no es resistencia, es flexibilidad...

Hace falta mirarnos en nuestra justa dimensión, re-conocernos en nuestro dolor (que es fuego trasmutador ), sincerarnos con humildad y responsabilidad (que es amor), permitir el desintegrarnos, llorar lo que sea necesario y sobretodo, confiar, el fuego del dolor a la luz del amor es la alquimia de la conciencia...

Entonces con humildad "pido" , me "re-conozco", hago mi dolor "verbo"y así al pedir me alineo con el alma, o lo que es lo mismo, puedo emitir y recibir; al "re-conocerme"es decir mirarme con sinceridad y humildad dejando a un lado el ego, activo mi 6º centro que es visión interior; a la luz de la sinceridad que es verdad y que parte de la mirada de un corazón humilde, con responsabilidad que es el reconocimiento vivo del propio ser, entro en el caudal de la energía de amor sabiduría, la luz del alma, consiguiendo ascender al lenguaje del corazón que es amor; al hacerlo "verbo" implico concientemente la energía de la inteligencia activa de la humanidad, como el relato del génesis, para el proceso de creación (nacimiento) se necesita del verbo "...y el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros...".Solo nos queda "confiar", es decir volver al corazón, la confianza es intuición verdadera que nace de un corazón sereno.

Por este medio descubriremos nuestra llama interna que ilumina "la noche oscura", que es agua viva para atravesar el desierto, entonces ya no caemos más al vacío, ahora podemos volar.

El acero se ha templado al fuego del dolor para aportar nuestra propia nota a la sinfonía de la vida.

 
María.