Neptuno propone esa disolución, como el mar que erosiona la piedra lentamente y casi sin darse cuenta. La forma cambia casi sin percibirla y este coloso actúa de esta manera, sin darte cuenta quedas enceguecido por su poder hipnótico, se entra en trance, y cuando te das cuenta, voilá, no te reconoces más.
Suaviza los bordes, y ablanda las durezas, permitiendo que todo se diluya. Como la sal dura se disuelve en al agua, así funciona este Señor del Mar.
El famoso Disuelve y Coagula de los alquimistas y que muy bien representa a la casa 8, tiene la ayudita del gran solvente de todas las cosas. Y como además está tan cómodo en su signo hasta el 2026, se ocupará todos los años que dure su tránsito por Piscis, de poner fin a un montón de ciclos, de derribar muchas cuestiones de Fe que no se sostienen y su marea nos arrastrará a tomar contacto con el más allá, con lo más sutil y espiritual.
Y Neptuno es el gran Amor, ese de las películas románticas, que es incondicional y que es capaz de darlo todo por lo que siente. Es el Amor Universal y como octava superior de Venus, ama a todos, sin distinción de raza, sexo, edad o religión, porque en el fondo del mar, somos en definitiva todos iguales, pececitos nadando y subsistiendo, en un mundo ideal donde el agua nos contiene.
Y esto me da lugar para mencionar al Colgado del Tarot, que se cuelga, que es volátil y fluye con la vida, que pende de un hilo y sabe que estará ahi esperando el momento de actuar, que ahora solo hay que esperar y dejar que las cosas fluyan, que es momento de dar un paso atrás para avanzar otros dos, que su cabeza iluminada que conoce la Verdad, porque sabe del más allá mejor que nadie, cree y confía en el Amor Universal y se entrega al Plan Divino listo para ser sacrificado.
Dos de los tres del trígono acuático vuelven a ponerse directos (Neptuno y Saturno en Escorpio), mientras Júpiter en Cáncer retrogradando y corregente de Piscis junto a Neptuno nos invitan a sanarnos en la Fe, en la confianza de que algo mejor está por venir, pero primero hay que estar dispuesto a morir (ceder algo), sacrificarse (desde el sagrado oficio), y sacrificarse no implica sufrir, implica aceptar que lo que hacemos es con amor, y es un servicio a la Humanidad y que cosa más linda es poder ayudar al prójimo.
Ya sé, dirás que hablé desde mi lado pisciano, y bueno, el sol no puede negarse, Piscis es lo que soy.
Buenas noches y que Neptuno directo nos ablande el ego y dejemos de mirarnos el ombligo para registrar lo que nos está pasando a todos.
JuanMa
Suaviza los bordes, y ablanda las durezas, permitiendo que todo se diluya. Como la sal dura se disuelve en al agua, así funciona este Señor del Mar.
El famoso Disuelve y Coagula de los alquimistas y que muy bien representa a la casa 8, tiene la ayudita del gran solvente de todas las cosas. Y como además está tan cómodo en su signo hasta el 2026, se ocupará todos los años que dure su tránsito por Piscis, de poner fin a un montón de ciclos, de derribar muchas cuestiones de Fe que no se sostienen y su marea nos arrastrará a tomar contacto con el más allá, con lo más sutil y espiritual.
Y Neptuno es el gran Amor, ese de las películas románticas, que es incondicional y que es capaz de darlo todo por lo que siente. Es el Amor Universal y como octava superior de Venus, ama a todos, sin distinción de raza, sexo, edad o religión, porque en el fondo del mar, somos en definitiva todos iguales, pececitos nadando y subsistiendo, en un mundo ideal donde el agua nos contiene.
Y esto me da lugar para mencionar al Colgado del Tarot, que se cuelga, que es volátil y fluye con la vida, que pende de un hilo y sabe que estará ahi esperando el momento de actuar, que ahora solo hay que esperar y dejar que las cosas fluyan, que es momento de dar un paso atrás para avanzar otros dos, que su cabeza iluminada que conoce la Verdad, porque sabe del más allá mejor que nadie, cree y confía en el Amor Universal y se entrega al Plan Divino listo para ser sacrificado.
Dos de los tres del trígono acuático vuelven a ponerse directos (Neptuno y Saturno en Escorpio), mientras Júpiter en Cáncer retrogradando y corregente de Piscis junto a Neptuno nos invitan a sanarnos en la Fe, en la confianza de que algo mejor está por venir, pero primero hay que estar dispuesto a morir (ceder algo), sacrificarse (desde el sagrado oficio), y sacrificarse no implica sufrir, implica aceptar que lo que hacemos es con amor, y es un servicio a la Humanidad y que cosa más linda es poder ayudar al prójimo.
Ya sé, dirás que hablé desde mi lado pisciano, y bueno, el sol no puede negarse, Piscis es lo que soy.
Buenas noches y que Neptuno directo nos ablande el ego y dejemos de mirarnos el ombligo para registrar lo que nos está pasando a todos.
JuanMa
No sabes el maravilloso regalo que me has hecho mediante este escrito en esta noche de sombra e incertidumbre, leyendo y releyendo tus palabras llena de ese mar maravilloso que acercan las aguas de los piscianos. Gracias infinitas por esta maravilla y bendiciones muchas para vos. Paula
ResponderEliminarGracias a vos por leerme!
EliminarMuy bueno!!!
ResponderEliminarGracias!!!!
Eliminar