"The decision to relax rather than to grip even in the face of impatience or fear is a conscious and brave choice" B.K.S. Iyengar

sábado, 6 de octubre de 2012

Caminar Digno

 
La aceptación de uno mismo es un aspecto central en la madurez humana. Se trata de uno de los trabajos psicológicos más arduos para la mayoría de las personas, aceptar el propio cuerpo, las características de base, las falencias, así como los dones. A pesar de que las personas conscientes suelen trabajar en torno a esto desde jóvenes, la integración y aceptación de base respecto de nuestras condicionantes suele ocurrir en la crisis de la mitad de la vida, alrededor de los 40 años. Cuando este proceso es bien resuelto, un sentimiento de paz, de caminar con dignidad, de relajación, de aceptación de nuestra historia, de comprensión y amor hacia nuestros padres, de ser libres de trabas, culpas y vergüenzas nos acompaña y desde ahí podemos seguir creando nuestra vida en una plenitud no antes conocida.
En cambio, cuando este proceso no se completa, la persona camina desde bases poco sólidas, desde el ocultamiento ante sí misma y los demás de su propia naturaleza, entonces surge la simulación, el constante disfrazarse y fingir para simular características falsas, como una falsa edad, apariencia física, falsa situación socioeconómica, falso conocimiento intelectual, cultura, falsa preocupación por los otros, falsa bondad, falsa perfección e impecabilidad. Todo esto se traduce en una disociación entre pensamiento, emoción y acción, no pensar ni sentir lo que se hace, lo que produce relaciones humanas tensas, egocéntricas, narcisistas y faltas de contacto real y de amor.
La maduración en relación a la propia identidad es también un proceso que deben realizar los grupos, familias, países y naciones para generar una nota clara, un aporte sólido, un ir creando relaciones y redes desde un sentimiento de dignidad y coherencia.
Esta es una de las tareas que nos aguardan como psiquis colectiva, descender, como en el mito de Quetzalcoatl a rescatar los huesos de nuestros antepasados, encontrar las virtudes y alturas de nuestras raíces para caminar dignos, con la frente en alto, claros de lo propio, de la particularidad de nuestra identidad y del aporte que desde ahí podemos hacer al mundo.
 
Patricia May - www.patriciamay.cl